Huyen de sus casas, convertidas en ratoneras donde hasta ahora se escondían de las balas y de los enfrentamientos entre rebeldes y fuerzas gubernamentales.
Un nuevo grupo de 300 civiles fue evacuado este lunes del asediado casco antiguo de la ciudad de Homs, en el centro de Siria, según confirmó la organización Media Luna Roja. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó, por su parte, la evacuación de 50 ciudadanos de la parte vieja de Homs.
Niños, mujeres y ancianos aprovechan el alto el fuego, que no siempre se cumple, para huir del terror de la guerra. Bajo el refugio de los autos de Naciones Unidas abandonan el que una vez fue su tranquilo hogar.
Este fin de semana más de 600 personas pudieron se evacuados de esa zona. Mientras se negocia la ampliación del alto el fuego.
El gobernador de Homs, Talal al Barazi, analizó con el representante de la ONU en Siria, Yacub al Hillo, la posibilidad de extender por más días la evacuación de civiles de los barrios asediados de Homs.
Al Barazi detalló que varios comités de ayuda en Homs han proporcionado asistencia médica y ayuda humanitaria a los evacuados, en colaboración con la ONU. Las autoridades han acomodado en alojamientos temporales a 143 personas, mientras que otras se han marchado a los lugares que han elegido.
Pero los activistas denunciaron varios ataques de las fuerzas del régimen sirio, que causaron varias víctimas y heridos, dificultando la evacuación de civiles y el reparto de ayuda humanitaria.
El casco viejo de Homs lleva cercado por el ejército desde junio de 2012.