El gobierno griego no quiere más inmigrantes ilegales en su país y para lograr su acometido, la policía detuvo este fin de semana a más 6.000 indocumentados, de los cuales unos 1.500 serán deportados.
El acoso contra los indocumentados se inició a principios de agosto, desplegando 2.500 efectivos policiales en la prefectura de Evros, fronteriza con Turquía, más otros 2.000 agentes en el centro de Atenas.
La policía griega bautizó el operativo que el combate el incremento de indocumentados, como Zeuz Xenios.
El ministerio de Orden Público griego informó que durante este fin de semana se detuvo a 6.170 inmigrantes indocumentados en el centro de Atenas y que el gobierno ya presentó cargos contra 1.525 de esos ciudadanos extranjeros.
El barrido de inmigrantes ilegales se llevó a cabo en los burdeles de la capital. Ese operativo terminó con una decena de locales clausurados y medio centenar de prostitutas detenidas.
La caza contra los inmigrantes ilegales en Grecia tiene razones políticas.
Hace sólo dos semanas una turista paquistaní de 15 años fue brutalmente golpeada y violada por un sujeto indocumentado que argumentó que sólo intentó quitarle su celular. Según las autoridades, el incremento de delitos se debe a la gran presencia de indocumentados, según sus cifras, el 75% de los delitos sería cometido por inmigrantes ilegales.
Los partidos de izquierda y una serie de ONG han rechazado el operativo y acusan que se violentan los Derechos Humanos.