"No culpable".
Así se declaró Oscar Pistorius en la primera jornada del juicio por la muerte de su novia, la modelo Reeva Stenkamp.
Con más de una hora de retraso, el tribunal de Pretoria comenzó a revisar el caso de la muerte de la joven, quien falleció de tres disparos propiciados por su pareja, el atleta paralímpico sudafricano, quien asegura que la confundió con un intruso.
Tras ser consultado por la jueza Thokozile Masipa si entendía los cargos que se le imputaban, Pistorius dijo que sí y se declaró "no culpable". Asimismo, aseguró ser inocente de los cargos de provocar un incendio que se le imputan.
En una declaración leída por su abogado, el atleta, aseguró no haber tenido intenciones de matar a su novia tras haber mantenido una discusión.
"No soy capaz de entender bajo qué argumentos el estado puede asegurar que hubo una pelea entre Reeva y yo", dijo Pistorius.
A esto agregó: "No hubo una discusión y negaré esto en los términos más rotundos. Decir que quería dispararle o asesinar a Reeva no podría estar más alejado de la verdad".
Según las declaraciones leídas por su abogado, el conocido como "Blade Runner" dijo que se acercó armado al baño "para defender mi seguridad y la de Reeva. Creía que ella aún continuaba acostada".
La estrategia de la defensa es probar que el atleta no tenía intenciones de asesinar a su novia y que todo fue un horrible error.
Según Pistorius, la madrugada del 14 de febrero de 2013, escuchó un ruido en el balcón y, sin sus prótesis puestas, tomó su pistola y se levantó para ver si había entrado alguien a su casa. Tras no ver a nadie en la ventana, escuchó ruidos en el baño que atribuyó al posible intruso.
Luego disparó. Minutos después, miró hacia la cama y notó que su novia no estaba allí. Tras eso, comprendió que le había disparado a la modelo Reeva Stenkamp, de 29 años.
Durante la primera etapa del juicio, solo una testigo entregó su testimonio y aseguró haber escuchado los gritos de ayuda de un hombre y una mujer la noche del incidente.
"Despertamos con los gritos. Mi esposo se levantó y fue hasta el balcón. Aún estaba sentada en la cama y escuché los gritos", explicó la testigo, identificada como Michell Burger.
Agregó, además, que "tres veces" escuchó gritos de ayuda.
"Escuché los gritos de ella una vez más y fue peor. Justo después de sus gritos escuché cuatro disparos", aseguró la mujer, cuya vivienda se encuentra a 117 metros de la residencia de Pistorius.
De ser encontrado culpable, Oscar Pistorius arriesga hasta quince años de prisión.