Holanda a dando un paso más allá en revolucionarias medidas de inserción social.
Dar alcohol a un adicto no deja de ser una contradicción, sin embargo ha resultado ser una buena solución para la seguridad y limpieza de un barrio holandés.
Se trata de la radical medida que ha tomado una asociación del país. Contrata a alcohólicos y les paga con cinco cervezas, una cajetilla de tabaco, comida caliente y 10 euros al día por limpiar las calles de la ciudad. Aseguran que darles un trabajo y mantenerles ocupados es la mejor forma de ayudarles.
Por extraño que pudiera parecer, los vecinos y la policía local se muestran satisfechos con el resultado. Aseguran que los espacios públicos están más limpios y que ha aumentado la seguridad de la zona.
Aunque lógicamente no todos están de acuerdo con esta polémica forma de pago, dar bebida a alguien adicto no convence a los sectores más conservadores del país.
Pero la fundación, que lleva dos años realizando este programa, asegura que de esta forma, con trabajo y responsabilidades, volviendo a sentirse útiles, los adictos se replantean su vida. Dicen contar con una larga lista de adictos al alcohol esperando poder participar en la iniciativa. Otras ciudades evalúan poner en marcha este sistema para luchar contra el alcoholismo.