El Papa emérito Benedicto XVI, cuyo nombre de pila es Joseph Ratzinger, admitió haber participado en una reunión donde se analizó el caso de un cura abusador, hecho ocurrido en 1980, aseverando que la negación conocida de este hecho fue por "un error en la edición de su declaración".
Las palabras fueron publicadas mediante un comunicado en la Agencia Católica de Noticias a través de su secretario privado, el arzobispo Georg Gänswein, quien dijo que el error "no se había cometido con malas intenciones", sino que era "el resultado de un error en el procesamiento editorial de su declaración"
Gänswein complementó que Ratzinger -quien renunció a su cargo en febrero del 2013- "está "muy arrepentido" por esto y pidió que lo excusaran.
Se espera que el renunciado líder de la Iglesia Católica dé una declaración pública en el corto plazo, pero sus representantes dijeron que, tras la divulgación del polémico informe, le provocó "vergüenza y dolor por el sufrimiento” infligido a las víctimas.
EL CASO E INFORME QUE APUNTÓ A BENEDICTO XVI
Recordar que el pasado 20 de enero se revelaron antecedentes de que Benedicto XVI no actuó para dar a conocer cuatro casos de abuso sexual cuando era arzobispo de Múnich, entre 1977 y 1982.
Durante años, el ex pontífice rechazó esas acusaciones históricas. Sin embargo, un nuevo reporte sobre este asunto entregado por una firma legal alemana lo incriminó directamente.
Según el documento, el abuso sexual continuó durante los años que Ratzinger estuvo en el cargo y los sacerdotes acusados de estos crímenes continuaron en actividad en distintas parroquias y puestos adscritos a la Iglesia católica alemana.
El reporte, hecho por la firma Westpfahl Spilker Wastl, fue comisionado por la propia Iglesia católica.
"Dos de estos casos se refieren a abusos cometidos durante su mandato y sancionados por el gobierno local", dijo el abogado Martin Pusch al presentar el informe, agregando que "en ambos casos, los perpetradores permanecieron activos en el trabajo pastoral".