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Papa Francisco protagoniza "abrazo de las tres religiones"

El Sumo Pontífice abogó por la concordia y la convivencia pacífica al unirse junto al Muro de los Lamentos junto al rabino judío Abraham Skorka y al líder religioso musulmán Ombar Abboud.

24Horas.cl Tvn

Lunes 26 de mayo de 2014

El paso del Papa Francisco por Tierra Santa claramente no será recordado como uno más.

El Pontífice argentino ha sembrado de símbolos su viaje a Jordania, Israel y los territorios palestinos, invitando a las partes enfrentadas a trabajar juntos por la paz en el Vaticano, defendiendo la coexistencia de un estado palestino junto al israelí.

En la parte final de su mediática gira ha visitado los lugares sagrados de judíos y musulmanes en Jerusalén, la "ciudad tres veces santa", protagonizando una imagen para la historia, en el que ya ha sido bautizado como el "abrazo de las tres religiones".

Y es que Jorge Bergoglio aprovechó unos instantes de oración en el Muro de los Lamentos para abrazar públicamente a otros dos argentinos que le acompañan en la comitiva, pero de religiones diferentes a la suya.

Se trata del rabino judío Abraham Skorka y del líder religioso musulmán Ombar Abboud, quienes protagonizaron el emotivo momento frente a los medios de todo el mundo.

Según señala la web Infobae.com, los tres son amigos desde hace años, cuando el Papa aún era Arzobispo de Buenos Aires. En una entrevista a La Civitá Cattolica, Skorka rememoró que "Francisco y yo hemos soñado con encontrarnos juntos frente al Muro de los Lamentos en el Templo de Jerusalén, abrazarnos", algo que lograron este lunes.

"Lo logramos", fue el lacónico comentario de Francisco tras el abrazo.

 

Aparte de su visita al Muro de los Lamentos, donde el Papa rezó y dejó un mensaje con el padrenuestro escrito en español de su puño y letra entre las centenarias piedras, el Santo Padre también estuvo presente en otros dos lugares simbólicos de la ciudad.

En el Memorial del Holocausto del Yad Vashen, el Pontífice pidió a Dios que "nunca más" permita un horror como la muerte de millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, "una monstruosidad" y "un pecado" de la que los hombres deben "avergonzarse".

"En este lugar, memorial de la Shoah (Holocausto), resuena esta pregunta de Dios: 'Adán, ¿dónde estás?'. Esta pregunta contiene todo el dolor del Padre que ha perdido a su hijo", afirmó Francisco en una sentida declamación. "Hombre, ¿dónde estás? Ya no te reconozco. ¿Quién eres, hombre? ¿En qué te has convertido? ¿Cómo has sido capaz de este horror? ¿Qué te ha hecho caer tan bajo?", afirmó.

En el lugar, el Papa saludó a siete supervivientes del genocidio, encendió el fuego de la memoria y rezó ante una corona de flores traída por una niña católica y un niño judío. Junto al presidente israelí, Simón Peres, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, también visitó la tumba del fundador del sionismo, Theodor Herzl, y, de forma inesperada, el memorial de víctimas israelíes del terrorismo.

Además de los símbolos judíos, el Papa también acudió a la Explanada de las Mezquitas junto al gran mufti de Jerusalén, Mohamad Ahmad Husein, señalando que "mi peregrinación no sería completa si no incluyera también el encuentro con las personas y comunidades que viven en esta Tierra, y por eso e alegro de poder estar con ustedes, amigos musulmanes".