"Es muy simple, no quiere nada diferente, quiere que sus cosas sean iguales a las de todo el mundo".
Así explicó la hermana Tereza Fernandes, encargada de la residencial Asunción, la razón por la cual el Papa Francisco decidió pedir una austera habitación durante su estadía en Río de Janeiro, donde estará desde el 22 hasta el 28 de julio, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud.
El medio brasileño O'Globo informó que la comitiva que visitó las instalaciones dejó una premisa clara para Fernandes: simplicidad.
Así, aunque la casa tiene 1.345 metros cuadrados techados, entre los cuales se destacan los 77,5 de la suite con escritorio y biblioteca propios, Francisco -una vez más- dejó de lado las comodidades mayores.
En el detalle, la habitación refleja el sello austero que ha lo ha caracterizado desde que asumió como la máxima autoridad de la Iglesia Católica: tendrá disponible un frigobar, una mesita con una silla común y una mecedora, y una cama cuyo único ornamento en la cabecera es un pequeño crucifijo de madera. También hay una poltrona para estirar los pies.
El Papa se alojará en el mismo cuarto que utilizó Juan Pablo II, ubicado en los fondos de la residencia y de la mitad del tamaño que la imponente suite.
Redacción de 24Horas.cl, con información de Infobae.com.