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Papa Francisco: "¿Quién soy yo para criticar a los gays?"

Durante el vuelo de regreso a Roma, el Pontífice habló con los periodistas sobre la corrupción en el Vaticano, el papel de la mujer en la Iglesia y la actitud ante la homosexualidad.

24horas.cl Tvn

Lunes 29 de julio de 2013

No eludió ninguna pregunta. No estaban pactadas.

Durante más de una hora y veinte minutos, el Papa Francisco atendió a los 74 periodistas de 14 países que viajaban junto a él en el avión de regreso a Roma, tras concluir su exitoso primer viaje internacional de su pontificado en Río de Janeiro.

Sólo una hora después de que el avión despegara, el Pontífice se presentó ante los corresponsales internacionales para responder a todas sus cuestiones, muchas de ellas incómodas. Pero Francisco respondió de manera directa y sin perder en ningún momento la sonrisa, por ejemplo, a la cuestiones sobre la homosexualidad.

"Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?", fue la respuesta del Papa, que aseguró además que hay que "integrar a los gays en la sociedad". Francisco destacó que el problema no es ser gay, sino formar parte de un lobby.

"Se escribe mucho del lobby gay. Todavía no me he encontrado con ninguno que me dé el carné de identidad en El Vaticano donde lo diga. Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno".

Durante esa larga charla con los medios, el Papa también analizó otro de los tabúes de la Iglesia, el papel de la mujer y la posibilidad de que sean ordenadas sacerdotes: "Esa puerta está cerrada", aseguró Bergoglio, quien quiso sin embargo instar a que las mujeres ocupen espacios más allá de sus roles habituales, y aseguró que "la Iglesia es femenina".

Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?"

REFORMA DE LA CURIA Y BANCO VATICANO

Fue inevitable también abordar los recientes escándalos que sacuden al Vaticano, muchos de los cuales tienen que ver con el Banco y los problemas financieros y de corrupción dentro de la Santa Sede. El Papa confesó que en principio pensaba ocuparse de los problemas económicos del Vaticano hasta el año que viene.

"Sin embargo, la agenda cambió debido a unas circunstancias que ustedes conocen, que son de dominio público, aparecieron problemas y había que enfrentarlos".

Francisco admitió no saber cuál será el destino del IOR, el banco de la Santa Sede. "Algunos dicen que tal vez es mejor que sea un banco, otro que es mejor que sea un fondo de ayuda, otros dicen que hay que cerrarlo. Se escuchan estas voces. Yo no sé, me fío del trabajo de las personas del IOR, que están trabajando con esto", destacó, aunque dejó claro que, pase lo que pase con el IOR, sus características deben ser "transparencia y honestidad".

 

Francisco también analizó la situación que se ha encontrado en el interior del Vaticano y su reforma de la Curia, admitiendo que hay algunos que no son santos, en relación a monseñor Scarano, acusado de tratar de introducir ilegalmente en Italia 20 millones de euros en un avión privado procedente de Suiza.

"Hay santos en la Curia. Aunque también hay alguno que no es tan santo. Y esos son los que hacen más ruido. Ya sabéis que hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece. Y me duelen esas cosas. Hay algunos que dan escándalo, tenemos este monseñor en prisión, creo que aún sigue en prisión, y no ha ido a la cárcel porque se pareciera precisamente a la beata Imelda. No era un santo. Son escándalos y hacen daño".

Además, sobre si está encontrando resistencias internas a las reformas que se propone llevar a cabo, Francisco aseguró que “si hay resistencia por ahora, yo no la he visto".

Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece".

También trató el Papa de su relación personal con su antecesor en el cargo, Benedicto XVI: "Es como tener al abuelo en casa, pero el abuelo sabio. En una familia el abuelo está en casa, es venerado, es amado, es escuchado. Él es un hombre de una prudencia. No se mete".

Jorge Bergoglio aseguró sentirse feliz siendo Papa. "Cuando el Señor te pone ahí, si tú haces lo que el Señor te pide, eres feliz", reveló. Y quiso explicar el porqué de sus palabras en las que aseguró que se sentía en ocasiones enjaulado.

"¿Usted sabe la de veces que he tenido ganas de pasear por las calles de Roma? Porque a mí me gusta andar por las calles, me gustaba tanto y en ese sentido me siento un poco enjaulado. Pero debo decir que los de la Gendarmería vaticana son buenos, son realmente buenos y yo les estoy agradecido. Ahora me dejan hacer algunas cuantas cosas más, pero es su deber garantizar la seguridad. Enjaulado en ese sentido, de que me gusta andar por la calle, pero entiendo que no es posible, lo entiendo. Lo dije en ese sentido. Porque, como decimos en Buenos Aires, yo era un sacerdote callejero".

Francisco respondió un total a 20 preguntas, en las que también trató problemas de seguridad surgidos a su llegada a Río de Janeiro: “Se ha hablado de la seguridad por aquí y por allí. No ha habido ni un incidente. Todo era espontáneo. Gracias a que tenía menos seguridad, he podido estar con la gente, abrazarles, saludarles, sin coches blindados. La seguridad es fiarse de un pueblo. Siempre hay el peligro de que un loco haga algo, pero la verdadera locura es poner un espacio blindado entre el obispo y el pueblo. Prefiero el riesgo a esa locura. La cercanía nos hace bien a todos”.