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El amor de dos abuelos

La pareja publicitó su relación en redes sociales y desató controversia en la conservadora sociedad china.

Alejandro González

Martes 5 de febrero de 2013

Se trata de un profesor de historia y un repartidor de agua. Para la sociedad china, ambos por separado no representan un problema. Sí lo es cuando estos dos ancianos se juntan y contraen matrimonio. Más aún, tal bola de nieve, si publican fotografías y publicitan su amor a través de las redes sociales en uno de los países más conservadores en materia de género y homosexualidad.

Ha sido uno de los casos más icónicos de un fuerte tabú en una de las potencias económicas más grandes del mundo. "Pequeño Bebé" y "Bebé Grande" se enamoraron cuando el repartidor de agua le hacía una entrega al profesor. De ahí en más, sus vidas cambiaron y todo indica que también las de sus compatriotas.

El impacto que generó, primeramente, en sus familias no fue menor. Perdieron amigos, contactos y uno de los hijos le retiró la palabra a su padre. Pasa que su amor pareciese ser gigantesco: "No nos separaremos hasta la muerte", expresan en un blog que crearon para difundir el afecto y romper con las barreras que les impone la rígida sociedad china. "Seguiremos juntos, no importa lo difícil o doloroso que resulte".

 

Apenas hicieron pública su relación obtuvieron más de 5 mil seguidores en la red social Weibo y se ha transformado en tema obligado en el "gigante asiático".

Su obstinación por conseguir la venia de sus círculos sociales y de su propia nación no es vana. En China, sólo hace 11 años, la homosexualidad dejó de ser considerada una enfermedad mental. A pesar de que ya ha pasado más de una década, concebir las relaciones homosexuales sigue siendo una tarea complicada.

Pero Pequeño Bebé y Bebé Grande siguieron adelante. Anunciaron su matrimonio y no se quedaron sólo en palabras. Lo hicieron y cómo no, también siguieron demostrando su enorme cariño subiendo una fotografía de la ceremonia. En ella, se les ve notoriamente felices y acompañados.

"Los que se oponen a los homosexuales no son gente normal, y mucho menos buenas personas. ¿Acaso los homosexuales influimos en su vida, trabajo o estudios, acaso les hacemos comer o dormir mal, acaso les creamos enfermedades, acaso evitamos que no cobren? En realidad nuestro amor no es un error", publicaron en Weibo días antes del día más especial de sus vidas.