Una comisión de ética del Congreso brasileño decidió investigar si el presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, mintió en una audiencia sobre corrupción relativa a cuentas en bancos suizos que los fiscales sostienen que él controla.
La investigación amenaza a la carrera política de Cunha, el único miembro del Congreso con la autoridad para considerar las solicitudes de un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
Cunha ha aprovechado su poder sobre los procedimientos de un potencial juicio político para neutralizar a los miembros del Partido de los Trabajadores de Rousseff en la comisión de 21 integrantes, cuya investigación podría extenderse hasta abril.
El congresista Fausto Pinato, del Partido Republicano Brasileño (PRB), quien está a cargo del caso, dijo que existen fundamentos para investigar una violación de conducta de Cunha, incluida evidencia de cuentas a nombre del presidente de la Cámara baja y su esposa en el banco Julius Baer.
Los fiscales acusaron a Cunha de recibir 5 millones de dólares en sobornos en el marco de una trama de corrupción descubierta al interior de la petrolera estatal Petrobras. Cunha, sin embargo, dijo en marzo a una comisión del Congreso que investiga el escándalo que no tenía cuentas en el extranjero.
Cunha, tercero en la línea de sucesión presidencial, afirma que nunca mintió, aunque no ha explicado la existencia de las cuentas ni los enormes gastos con tarjetas de crédito detallados por las autoridades suizas a sus homólogos brasileños. Sus abogados dijeron que presentarían este martes su defensa ante la comisión de ética.
La remoción de Cunha, quien ha obstruido la agenda legislativa de Rousseff desde que se presentaron cargos de corrupción en su contra, podría mejorar las opciones de sobrevivencia de la presidenta. La popularidad de la mandataria se ha hundido a cifras de un dígito debido a una grave recesión y por el escándalo de corrupción en Petrobras.
Fuente y foto: Reuters