Toallas, flotadores, quitasoles, bloqueador solar, piscinas hinchables…sólo faltaba la arena.
Unas 200 personas han transformado la plaza frente al Congreso de Sofía (Bulgaria) en una playa, para protestar contra las vacaciones de los diputados.
Los búlgaros han recreado este paisaje veraniego en pleno asfalto, bloqueando la circulación en el centro de la ciudad, en una nueva jornada de protestas contra su gobierno, que ya duran 47 días.
La ola de protestas comenzó a mediados de junio ante el nombramiento, sin debate parlamentario, de un conocido empresario como jefe de los servicios secretos. Aunque el Gobierno búlgaro dio marcha atrás, ante las muestras de descontento social, las protestas han continuado contra el Ejecutivo y la clase política del país, a los que se acusa de atender solamente a los intereses de la oligarquía económica y no de los ciudadanos.
Miles de personas se han echado a las calles exigiendo la dimisión inmediata del gobierno socialista y la convocatoria de elecciones anticipadas. Las protestas, hasta el momento siguen siendo pacíficas. Pero el ejecutivo planea aprobar esta semana la pausa para sus vacaciones, que se extenderían hasta finales de agosto.
Bulgaria es el país más pobre de Europa. Así lo confirman las cifras de la Confederación de Sindicatos Independientes en Bulgaria, según la cual, 1,6 millones de búlgaros viven por debajo del umbral de la pobreza, de una población de 7,6 millones de habitantes.
Además, según cifras de los sindicatos, el 90% de los búlgaros carecen de suficientes ingresos para poder llevar una existencia normal. Un 52% de la población malvive con salarios de 160 euros (109.000 pesos chilenos), mientras que los precios de los alimentos en algunos artículos a veces superan a los de muchos otros países europeos.