Impacto mundial ha suscitado el crimen del embajador de Rusia en Turquía, Andrei Karlov, luego que un hombre identificado más tarde como policía turco lo abatiera tras camuflarse entre los asistentes al evento en donde asistió.
Una de las reacciones más esperadas que faltaba por conocer era la del presidente ruso Vladimir Putin, quien afirmó que el asesinato del diplomático es una "provocación" para sabotear las relaciones entre Moscú y Ankara, así como los esfuerzos para resolver el conflicto en Siria.
"El crimen cometido es sin duda una provocación que apunta a entorpecer la normalización de las relaciones ruso-turcas así como el proceso de paz en Siria", dijo Putin en declaraciones divulgadas por televisión.
LOS HECHOS
El embajador ruso en Ankara murió baleado el lunes en un ataque perpetrado en una galería de arte de la capital turca por un hombre que gritó "¡No olviden Alepo!".
Una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso confirmó el fallecimiento del diplomático Andrei Karlov, una de las repercusiones más graves del conflicto sirio en Turquía hasta la fecha.
Medios locales difundieron el momento del ataque:
#ÚltimaHora Momento del asesinato contra el embajador #AndreiKarlov como ''venganza por #Alepo''
— Punto Medio (@PuntoMedio) 19 de diciembre de 2016
https://t.co/AyZPSXYz9i #PuntoMedio pic.twitter.com/TQpifIKS3c
El atacante iba bien vestido, con traje y corbata negros, y estaba detrás del embajador mientras hablaba en la muestra artística, dijo a Reuters una persona presente en el lugar.
"Sacó su pistola y disparó al embajador por detrás. Lo vimos tirado en el suelo cuando huimos", afirmó el testigo, que pidió no ser identificado.
Un camarógrafo de Reuters que estaba en el lugar indicó que los disparos continuaron un tiempo tras el ataque.
Un video mostró al agresor gritando: "¡No olviden Alepo! ¡No olviden a Siria!".
En medio del griterío provocado por su acción, en las imágenes podía verse al asaltante gritando mientras sujetaba la pistola con una mano y levantaba la otra en el aire.
En otra fotografía se veían a cuatro personas tiradas en el suelo, una de ellas posiblemente el embajador.