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Rehén en imprenta francesa relata el horror que vivió escondido: "Pensé que era el fin"

Lilian Lepere permaneció escondido bajo un lavamanos durante toda la operación, que finalizó con la vida de los autores del tiroteo contra Charlie Hebdo.

24Horas.cl TVN

Martes 13 de enero de 2015

Escondido por horas bajo un lavamanos, Lilian Lepere vivió lo que califica como "una película" cuando los atacantes del semanario Charlie Hebdo entraron a la imprenta en que trabajaba.

Los sujetos entraron a la fábrica portando ropa de combate y una metralleta la mañana del viernes 9 de enero y su jefe, Michel Catalano, le advirtió que debía esconderse antes de atender la puerta y dejar entrar a los hermanos Kouachi.

Catalano dijo al Telegraph que en ese momento pensó que era el final. "Me dí la vuelta porque sabía que no podíamos escondernos los dos... y debo admitir que pensé en ese punto que era el fin, era el final de todo", dijo.

Los hombres, con sus armas colgando a los costados, aceptaron el café que Catalano les ofrecía para evitar que investigaran el edificio y encontraran a Lepere escondido.

Luego de 45 minutos, un vendedor se acercó a la imprenta y los terroristas accedieron a dejarlo ir. Más tarde, decidieron que no saldrían con vida del lugar y pidieron a Catalano llamar a la policía para decirles que los esperaban.

Tras el primer enfrentamiento, Catalano preguntó si podía irse y los hombres accedieron. Pero Lilian Lepere quedó adentro.

El diseñador gráfico de 26 años corrió a esconderse cuando su jefe le dijo de los hombres armados, y se acurrucó dentro de un mueble bajo un lavamanos, contó a France 2 TV.

"Quiero decir gracias (a Michel Catalano), él me dio los segundos que necesité para esconderme. Es gracias a él que estoy aquí", relató.

Lepere se mantuvo quieto bajo el lavamanos y escuchó cómo los hombres se movían por el edificio, incluso en un momento estuvieron a centímetros suyo: "Escuché disparos y luego uno de ellos abrió la despensa a mi lado. Luego abrió el refrigerador que estaba a sólo 50 centímetros de aquí. Creí que iba a abrir cada despensa".

Pero el hombre, uno de los hermanos Kouachi, sólo bebió agua desde el lavamanos. "Era como ves en las películas, a ese punto el cerebro deja de pensar, el corazón deja de latir, tú dejas de respirar", relató Lilian.

Con el celular en silencio y sólo con vibración, Lepere comenzó a mandar mensajes a su padre y a la policía. "Estoy escondido en el primer piso, creo que ellos han matado a todos, di a la policía que intervenga", escribió a su progenitor.

El joven se mantuvo dentro de las puertas del mueble, más aún cuando la policía le avisó que -de encontrarlo- los terroristas podían asesinarlo: "fui advertido de que irían por mí y que no podía moverme".

Lepere se quedó acurrucado bajo el lavamanos por ocho horas, hasta que fue encontrado por la policía tras acabar con los hermanos Kouachi. Temía que hubiese trampas o bombas en los pasillos cercanos a la cocina.

Finalmente la policía lo encontró: "Me guiaron a una ventana y me sacaron donde un doctor me esperaba", recuerda.

Foto: Reuters.