La reina Isabel II dijo sí y con eso el matrimonio entre parejas de un mismo sexo fue aprobado en el Reino Unido.
Luego que la monarca firmara el decreto correspondiente, la medida se oficializó una vez que parlamentarios oficialistas y de oposición acordaran la nueva legislación que permitirá que homosexuales y lesbianas puedan contraer matrimonio en el territorio británico.
Pese a las molestias de algunos integrantes del Partido Conservador, el primer ministro, David Cameron, fue quien lideró la cruzada por los derechos homosexuales con el objetivo de demostrar progresismo al interior del conglomerado.
Las parejas compuestas por homosexuales y lesbianas tenían derechos de uniones civiles, sin embargo, el matrimonio era el gran paso que faltaba para comenzar a consolidar la igualdad de derechos entre gays y heterosexuales en el Reino Unido.