La fiscal argentina Viviana Fein presentó su renuncia tras iniciar hace algún tiempo los trámites de jubilación.
La persecutora adquirió relevancia pública luego de tomar la investigación para dilucidar las causas de la muerte de su ex colega, Alberto Nisman, justo cuando éste se aprestaba a presentar una denuncia en contra de la presidenta Cristina Fernández.
La dimisión de Fein fue aceptada por la procuradora Alejandra Gils Carbó. En diciembre, la jueza en lo penal Fabiana Palmaghini había desplazado a Fein y tomó personalmente la investigación por la muerte de Nisman.
Las críticas contra Fein se habían multiplicado por parte de la ex esposa de Nisman y jueza federal Sandra Arroyo Salgado, quien no dudó en enfrentar a la fiscal y acusarla de tener una idea preconcebida para investigar sólo la hipótesis del suicidio, escenario que la propia Fein se encargó de negar una y otra vez.
Fein señalaba en la oportunidad que si bien "no puede pasarse por alto" la denuncia de Nisman contra Cristina, no es menos cierto que "no se ha acreditado ni siquiera por una prueba directa, irrefutable y con la certeza exigible, al menos hasta ahora, que el deceso del fiscal federal Natalio Nisman fue el resultado de un obrar homicida". Aquel fue su último dictamen antes de perder la dirección del caso.