El trabajo es incesante y contrarreloj para los equipos de rescate desplegados en Irán, que levantan escombros de los cientos de edificios que colapsaron con los dos fuertes terremotos que azotaron el noroeste del país.
Los movimientos telúricos, de 6,4 y 6,3 grados en la escala de Richter, destruyeron al menos seis localidades y miles de personas huyeron de sus casas por el temor constante que han generado las más de 20 réplicas.
A medida que pasan las horas, las autoridades han corregido al alza las dramáticas cifras relacionadas a los terremotos. Según informó la televisión estatal iraní Press TV, son al menos 250 las personas fallecidas y más de 2.000 los heridos.
Los equipos de rescate han logrado ayudar a más de 200 personas y sacarlas de entre los restos de viviendas para trasladarlas a hospitales, pero todavía resta trabajo por hacer.
Además, personal de emergencia de Irán ha comenzado el proceso de entrega de carpas, alimentos y agua potable a los damnificados, a la espera de la ayuda ya comprometida por la Media Luna turca, que llevará suministros hasta la frontera.