Un nuevo capítulo se está escribiendo en la historia entre Estados Unidos y Rusia: todo a partir de los atentados en Boston y sus sospechosos.
Funcionario de Estados Unidos afirman, según lo reportado por el The Wall Street Journal, que la información que entregó en 2011 Rusia no fue suficiente, incluso habría ocultado datos claves para dar cuenta de la radicalización de las ideas de Tamerlan Tsarnaev.
Hace dos años Rusia envió una alerta a Estados Unidos sobre el mayor de los hermanos Tsarnaev- ahora fallecido-. Sin embargo no dio a conocer información sustancial sobre el sujeto, que hacía referencia a mensajes de texto entre la madre de los hermanos y un tío en la que se relataba que Tamerlan pretendía unirse a grupos armados, además de hablar en general de la “yihad”.
Al respecto, los funcionarios estadounidenses afirman que recién tuvieron esta información al menos una semana después de los atentados de Boston. Los datos retenidos por Rusia “habrían permitido a la oficina abrir una investigación donde se pueden rastrear las comunicaciones (del señor Tsarnaev)”, indicó el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara, Mike Rogers.
La situación se agrava cuando EE.UU afirma que una vez que Rusia envió la alerta de que Tamerlan era un posible terrorista el FBI pidió tres veces más información al respecto, pero esta jamás fue entregada.
Pero la polémica entre ambos países continúa, puesto que funcionarios de la provincia rusa Daguestán, sostienen que el mayor de los hermanos estuvo allí en 2012 y se reunió con un militante conocido. En contraparte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que Moscú “no podía tener información detallada sobre él porque no vivía en territorio ruso”.
La madre de los hermanos, por su lado, también negó que supiera de la relación de sus hijos con grupos rebeldes.