Este viernes el Gobierno ruso negó la presencia de armas en el avión de pasajeros sirios que fue interceptado el pasado miércoles y fue obligado a aterrizar en Turquía.
Según el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, la aeronave transportaba legalmente equipos de radar. "No tenemos secretos", declaró a la televisión pública rusa. "Por supuesto que no había armas en el avión. Llevaba una carga que un proveedor legal ruso había enviado legalmente a un cliente legal", explicó Lavrov.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo este jueves que el avión transportaba municiones fabricadas en Rusia y destinada a las Fuerzas Armadas sirias.
El ministro Lavrov precisó que la carga estaba compuesta por "equipos electrotécnicos" para una estación de radar, la que no está prohibida para convenciones internacionales. "Transportar ese tipo de carga en un avión civil es una práctica completamente normal", dijo. Además, añadió que solicitarán la devolución de los equipos confiscados y pedirán explicaciones del por qué a los ciudadanos rusos que iban a bordo del avión no se les permitió hablar con diplomáticos de su país mientras estaban retenidos en Ankara.
Lavrov afirmó en junio de ese año que Rusia, que durante muchos años ha proporcionado armas al Gobierno del presidente sirio, Bashar el Asad, no estaba enviando armas de carácter ofensivo a Siria, y el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que no enviaban armas que se pudiesen usar en un conflicto civil, como el que se desarrolla en ese país árabe.