En plena pandemia mundial por el coronavirus COVID-19, la distancia y el lavado de manos se han convertido en la mejor arma para combatirlo.
Por esta razón es que varias personas han tenido que reinventar sus actividades comunes y adaptarlas a las nuevas medidas de seguridad sanitaria que han sugerido los expertos.
Bajo ese marco, un sacerdote católico en Detroit, Estados Unidos, decidió apuntar con una pistola de agua a sus feligreses, para poder disparar y hacerles llegar el agua bendita.
Sin dejar de lado las rutinas habituales de la Iglesia, el religioso se las ingenió para, pese a la distancia, las personas pudieran continuar con el ritual del credo.
"Adaptándose a la necesidad de distancias sociales, St. Ambrose continuó su tradición de bendición de las canastas de comida de Pascua, usando una pistola de agua bendita", escribieron en la cuenta de Facebook de la Iglesia, junto a las imágenes.