El expresidente francés y líder de la oposición conservadora, Nicolas Sarkozy ha propuesto que los "imanes que hagan oraciones radicales" sean expulsados "manu militari", además de que se cierren sus lugares de culto.
Además, en una entrevista a la cadena de televisión TF1, Sarkozy ha propuesto que los individuos fichados por radicalismo religioso tengan que llevar un brazalete electrónico y tengan que permanecer en su residencia bajo vigilancia.
"Hay que reforzar de manera drástica nuestra política de seguridad interior. Hay 11.500 personas fichadas y propongo que se reflexione sobre colocarles en residencia vigilada en su casa, con brazalete electrónico", declaró.
El expresidente se ha reunido también esta mañana con el actual mandatario, François Hollande, en el Elíseo, donde el gobernante ha recibido también al resto de representantes políticos.
Todos han coincidido en la necesidad de reforzar la seguridad nacional. Además, el Gobierno se plantea extender el estado de emergencia y cerrar las mezquitas que prediquen el odio.
Sarkozy, por su parte, se ha negado a contar con el presidente sirio para hallar una solución, pero sí tendría "en cuenta, especialmente, a los rusos".