El día de San Valentín fue la fecha elegida por una argentina para contraer matrimonio con el asesino de su hermana.
La joven de 22 años, Edith Casas, logró la autorización de la Justicia para sellar su vínculo con Víctor Cingolani, en una ceremonia polémica y que requirió de un fuerte operativo policial.
Cingolani fue agredido por un grupo de personas enfurecidas a su llegada al Registro Civil de la localidad de Pico Truncado, donde le esperaba su novia. Varios vecinos lanzaron piedras contra el esposo, que debió salir del lugar corriendo, acompañado por la policía.
Al terminar el enlace, Cingolani fue trasladado nuevamente al penal donde cumple su condena de 13 años de prisión, por el asesinado de Johana Casas. Ambos fueron también novios, aunque en el momento del crimen habían roto la relación.
La boda tuvo que superar el impedimento de la madre, Marcelina Orellana, quien presentó un recurso para evitar que su hija se casara con el asesino de su gemela.
“Voy a casarme con el hombre que amo y no con quien asesinó a mi hermana. Vamos a formar una familia y a tener hijos”, dijo la mujer antes de la boda.
El esposo y asesino mantiene su inocencia.
"Quiero que se sepa la verdad y que la gente deje de llamarme asesino, porque no lo soy". Según aseguró en declaraciones al canal de televisión argentino TN. “No había pruebas contra nadie y tenía que haber un preso, por eso apuntaron hacía mí".