"No solo la avaricia es un pecado capital. También lo es la soberbia" dijo uno de los dirigentes del sector agropecuario que este martes anunciaron un paro nacional de siete días en Argentina. Desafiando a la presidenta, Cristina Fernández, los sindicalistas denunciaron "un fuerte deterioro" de la economía al interior del país.
Según recoge el diario Clarín, la medida gremial ordena a los productores que no se vendan granos o ganado durante el lapso de tiempo que dure la manifestación. La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias advirtió que "la situación que atraviesa el sector es grave".
"Algo está muy mal en el campo y por eso estamos haciendo este llamado de atención. Estamos mal y vamos peor. (Desde el Gobierno) Se está tomando con ligereza el problema del interior productivo y lo único que quieren hacer, creo que por resentimiento, es silenciar nuestro reclamo”, señaló Eduardo Buzzi, uno de los integrantes de la organización.
La situación, que pone, nuevamente, en jaque la relación entre el sector agrícola y Cristina Fernández, no pretende afectar el abastecimiento de productos a la población. Argentina, uno de los mayores proveedores mundiales de soja y maíz, atravesó cuatro años atrás una larga serie de protestas de productores agrícolas que causó serios problemas con los embarques al exterior y derivó en una profunda crisis política.
En el 2008, una extensa protesta de los productores -que incluyó paros, bloqueos de rutas y masivas manifestaciones- sumergió en una crisis política al Gobierno de Fernández, que se vio obligado a dar marcha atrás con una modificación del gravamen sobre las exportaciones agrícolas.