Los combates en Siria dejaron al menos 32 personas muertas el lunes, según activistas, y Arabia Saudita dijo que la violencia está mermando la credibilidad de un plan de paz de la Liga Árabe y Naciones Unidas, que estipula una tregua y un diálogo entre el presidente Bashar Al Asad y sus opositores.
Lejos del campo de batalla, los esfuerzos por encontrar una alternativa política viable a Al Asad se resintieron cuando un grupo opositor dijo que boicotearía las conversaciones promovidas por los países árabes para recomponer sus filas.
El último derramamiento se produjo en la ciudad de Rastan, donde fuerzas opositoras dijeron que los rebeldes mataron a 23 miembros de la seguridad de Al Asad y un fuerte bombardeo causó la muerte de otras nueve personas, debilitando aún más el pacto de cese al fuego de la ONU que es supervisado por observadores internacionales.
"Bombas y misiles han estado golpeando la ciudad desde las 3 de la mañana (medianoche GMT) con una frecuencia de una por minuto. Rastan ha sido destruida", dijo un miembro del rebelde Ejército de Siria Libre (FSA) en Rastan, que pidió no ser identificado por Reuters, mediante un teléfono satelital.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que los rebeldes destruyeron tres vehículos blindados para el transporte de tropas y capturaron otros dos, con cerca de 15 soldados.
La agencia de noticias estatal siria SANA dijo que "terroristas" mataron a un oficial del Ejército en Damasco y a otro de inteligencia en Deraa, donde el levantamiento contra Assad tomó forma.
El ministro de Relaciones Exteriores saudí, Saud al-Faisal, que había pedido anteriormente armar a los rebeldes, dijo el lunes que el plan de paz de la ONU y la Liga Árabe, liderado por el enviado especial Kofi Annan, estaba perdiendo su significado, en momentos en que el derramamiento de sangre está en su apogeo.
"La confianza en los esfuerzos del enviado de Naciones Unidas y la Liga Árabe ha comenzado a disminuir rápidamente", dijo en una conferencia
Estados Unidos, Europa y los países árabes del Golfo quieren que Al Asad deje el poder, pero su aliado Rusia ha bloqueado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acciones más fuertes contra las autoridades sirias.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo la semana pasada que había una estrecha ventana de oportunidad para evitar una guerra civil a gran escala en Siria.
Siria tiene una población de 23 millones de personas, que comprende una mezcla de religiones, sectas y grupos étnicos cuyas tensiones resuenan en los países vecinos.
Fuente: 24horas.cl / Con información de agencia Reuters.