En la ciudad de Ankara, en Turquía, una mujer fue condenada luego que su marido se dañara la mano mientras la golpeaba. El insólito castigo fue confirmado por fuentes judiciales al diario local Milliyet.
Según el relato de los hechos, todo comenzó cuando la policía se vio obligada a intervenir en medio de una pelea de la pareja. La víctima había huido con su hijo a la casa de un vecino, ya que estaba siendo víctima de una brutal paliza por parte de su esposo.
La situación se agudizó tras el traslado de la mujer y su hijo a un hogar de acogida hasta donde llegó el victimario, aprovechándose de los días de visita, y continuó con las agresiones.
La Oficina del Fiscal de Ankara decidió entonces acusar a ambos cónyuges de herirse mutuamente. A él por los golpes que propinó a su esposa y a ella por un arañazo en el pecho de su esposo y por la mano que se había inflamado tras golpearla.
La esposa, en tanto, rechazó presentar cargos contra su esposo, ni por la paliza ni por las amenazas verbales que recibió.
Al final, el Tribunal Criminal de Primera Instancia de Ankara decidió cerrar el caso sin realizar posteriores investigaciones, y sentenció a la pareja a pagar 3.000 liras (unos 1.000 euros) y suspendió la ejecución del veredicto.