Durante un año, Venezuela será gobernada a través de decretos especiales, luego que la Asamblea General confirmara la aprobación de la polémica ley habilitante que le otorga poderes únicos al presidente Nicolás Maduro.
Gracias a la aprobación del Parlamento, que tiene amplia mayoría oficialista, Maduro podrá gobernar emitiendo leyes que no tienen que pasar por la discusión en el Congreso.
Según el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, la medida fue una orden del fallecido presidente Hugo Chávez.
"Lo que estamos es cumpliendo una orden del presidente Chávez. Voy a decir algo que creo que no se ha dicho en ningún lado. El comandante nos alertó de la guerra económica y nos dijo: 'aprueben todas las leyes necesarias para torcerles el pescuezo a los especuladores, a los que blanquean dinero, a los que se han robado todos los dólares de Cadivi'", explicó Cabello.
Respecto a la aprobación de la ley habilitante, Maduro, señaló que se trata de la primera acción contra la llamada “guerra económica”.
"Ustedes han visto apenas las primeras acciones contra la burguesía", señaló el mandatario.
Agregó, además que "avanzaremos en la derrota de la guerra económica que han hecho contra nuestro pueblo. El primer beneficiado de una patria con nuevos valores es el pueblo. Así que la Habilitante llega en el momento preciso. Porque una cosa es vivir del trabajo verdaderamente y otra es vivir del trabajo de los demás, por eso son parásitos".
Dentro de las primeras normativas que pondrá en marcha destaca la nueva ley de costo, ganancia y protección de precios justos. Asimismo, sobresale la ley de comercio exterior que busca "garantizar el control de las importaciones y la promoción de la exportaciones de Venezuela".
La medida estuvo empañada por algunos saqueos y la detención de un centenar de empresarios, pero el presidente aseguró que esa es la fórmula para domar una inflación que ya roza el 55 por ciento anual.
El aval a la ley habilitante coincide con el inicio de la campaña para las elecciones municipales del 8 de diciembre, consideradas por analistas como un termómetro para medir la gestión de Maduro y la popularidad del oficialismo a ocho meses de la muerte de su máximo líder, Hugo Chávez.