Seamos sinceros.
Si escucha un ruido molesto cerca de su casa, como por ejemplo a una persona tocando batería, ¿iría a pedirle a su vecino que bajara el volumen?. Lo más probable es que la respuesta a esa pregunta sea afirmativa.
Sin embargo, ¿qué pasaría si esos ruidos molestos fueran los gritos de una mujer que está siendo golpeada? ¿Iría a defenderla? ¿Denunciaría la situación de violencia?
Esa es la premisa de un video publicado por la ONG POWA que expone cómo actúa un vecindario frente a la violencia de género.
En el clip, filmado en un barrio de Johannesburgo, en Sudáfrica, los activistas realizaron un experimento. Primero, uno de ellos comenzó a tocar muy fuerte su batería durante horas de la noche.
Con el paso de los minutos, varios vecinos se acercaron molestos y le pidieron que se detuviera. Incluso, algunos apelaron a que él vivía en comunidad y que debían respetarse entre todos.
No obstante, otra noche, los activistas optaron por colocar en amplificadores la discusión de un hombre y una mujer, que además de estar gritando, estaba siendo golpeada.
La respuesta: ni un solo vecino se acercó a ver qué pasaba.
Esta actitud silenciosa frente a la violencia contra la mujer es la que denuncia la organización que se dedica a luchar contra las agresiones a la mujer.