Lentamente avanza durante la tarde de este miércoles la sesión en el Senado de Brasil que contará, a su término, con una votación para decidir el futuro político de la presidenta Dilma Rousseff.
Lo anterior ya que gran parte de los 81 parlamentarios ha hecho uso de su derecho a dar un discurso que fundamente sus respectivas preferencias respecto al proceso.
Cabe destacar que el juicio político contra la mandataria será aprobado si consigue una mayoría simple, es decir, la mitad más uno de los legisladores que conforman el Senado.
Pese a que lo más probable es que finalmente se imponga la opción del impeachment en contra de Dilma, aún no han sido presentadas pruebas que acrediten que la jefa de Estado cometió un crimen de responsabilidad sobre los hechos que se le imputan.
El propio presidente del Senado, Renán Calheiros, advirtió al abrir el debate que se prevé que sea "extenso". El personero estableció los procedimientos a seguir durante la jornada y explicó que, pese a que la votación debería culminar este mismo miércoles, podría prolongarse hasta la madrugada del jueves.
"Esta sesión pone sobre el Senado una inmensa responsabilidad, ya que se decidirá si la presidenta electa será separada del cargo", señaló en la oportunidad.
En medio del debate, los senadores opositores a Dilma Rousseff pidieron acelerar el procedimiento de votación. Sin embargo, sus colegas oficialistas se opusieron.
Pese a ello, los defensores de la presidenta reconocieron que según sus cálculos, 57 votos estarían a favor de la destitución de la jefa de Estado.