El portal de El País de España publicó este sábado una extensa entrevista con detalles de la detención de la disidente cubana Yoani Sánchez, que la mantuvo privada de libertad por 30 horas.
La disidente cubana comenzó contando al medio, del cual es corresponsal, que el arresto le permitió “vivir desde el interior la presión alrededor de un detenido”, por parte de las autoridades locales.
Agrega que "le habíamos creído al periódico Granma cuando publicó que el juicio era oral y público. Pero ya saben, Granma miente".
Sánchez contó que el procedimiento policial usado para su arresto fue de las dimensiones habitualmente reservadas para "bandas de narcotraficantes o (...) un prolijo asesino en serie".
En cuanto a la detención, Sánchez explicó que, luego que fuera conducida a un cuarto por tres mujeres que vestían uniforme policial, “intentaron desnudarme, me resistí, y pagué las consecuencias”, sin ahondar más en el tema.
A su vez, la disidente aseguró que la policía trató de dialogar con ella, buscando arrancarle un testimonio que después pudiera ser usado en su contra, como lo hicieron con Carromero, según contó.
Acotó que “la trampa es tan conocida, la han hecho tantas veces, que no caigo”.
En cuanto al tiempo de cautiverio, relató que "me negué a comer, a beber cualquier líquido; me negué al examen médico de varios doctores".
Yoani Sánchez también aseguró que fue grabada y sometida a una presión moral constante. "Una dureza que no estaba en el golpe o en la tortura, sino en la convicción de que no se podía confiar en nada de lo que ocurría dentro de esas paredes", explicó.
Finalmente, la disidente terminó aseverando que para ella esto fue "un tropezón, el gran drama sigue siendo la muerte de dos hombres y el encierro de otro".