El expresidente boliviano Carlos Mesa planteó este jueves que Bolivia debe "pasar página" tras el fallo de la Corte de La Haya que rechazó la obligación de Chile a negociar una solución marítima, y sugirió remozar las relaciones bilaterales.
"Bolivia debe pasar página, no en un sentido definitivo en absoluto, no negando su propia reivindicación histórica, sino comprendiendo que hay que encarar de manera nueva, de manera remozada, las relaciones bilaterales con Chile", dijo el exgobernante y vocero internacional de su país en el centenario reclamo, en un video difundido en YouTube.
Mesa, opositor al presidente Evo Morales, integró una comisión de expresidentes que asesoró al gobierno en la demanda internacional planteada en 2013 contra Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para obligarle a negociar una salida soberana para La Paz en el océano Pacífico.
La CIJ rechazó el lunes la demanda de Bolivia, causando desazón en el país, que esperaba comenzar a discutir una solución a su histórico reclamo, mientras afloraron críticas al oficialismo por el manejo del tema.
El también historiador y periodista Mesa acotó que las nuevas relaciones con Chile deben darse sobre la base de "diálogo, confianza", y para discutir otros temas bilaterales pendientes que no están ligados al asunto marítimo.
El potencial candidato presidencial planteó que "esto implica un cambio, esto implica la necesidad de un nuevo escenario y de nuevas personas para llevar adelante esas iniciativas que puedan tener éxito en nuestra relación bilateral".
El expresidente cerró su exhortación en la red social asegurando que Bolivia jamás cejará en su intención de obtener un puerto propio en el Pacífico.
Bolivia y Chile rompieron relaciones diplomáticas en 1978, tras un frustrado acuerdo de solución marítima. Santiago mantuvo durante el trámite del juicio ante la CIJ el discurso de que no tiene asuntos pendientes con su vecino, pues un tratado de 1904 definió los límites fronterizos.
Los dos países afrontan además un segundo litigio en La Haya por el uso de las aguas fronterizas del Silala, que para Bolivia es un manantial y para Chile, un río internacional.