Más del 50% de los ingresos de las universidades estatales provienen del Estado, en tanto que para los planteles privados dicha cifra sólo llega a un 15%. Son las principales conclusiones del Tercer Informe de Estados Financieros de las Universidades Chilenas.
"El Consejo de Rectores cuestiona que se reciben muy pocos recursos del Estado y la verdad es que dado el esfuerzo que se realiza y las múltiples necesidades que hay en educación, se ha llegado a una proporción relativamente alta en la entrega de los recursos a través de ayudas estudiantiles, de aportes basales y aportes por proyectos", dijo el ministro de Educación, Harald Beyer.
El secretario de Estado explicó que actualmente el gasto del Estado en universidades está focalizado en instituciones de mayor calidad (acreditación y publicaciones ISI). A pesar de eso, persisten criterios históricos: el aporte fiscal por estudiante que reciben las universidades del CRUCh acreditadas por menos de 5 años es casi 3 veces mayor al aporte que reciben universidades privadas acreditadas por 5 años o más.
"Por eso el Ministerio de Educación busca avanzar hacia un nuevo sistema de clasificación de universidades, que asigne recursos de acuerdo a criterios de excelencia y generación de bienes públicos", explicó Beyer.
Además se puede observar que del total de alumnos en la educación superior pertenecientes a los primeros tres quintiles de ingreso, las universidades del CRUCh concentran a cerca de 152 mil (31%), mientras que las universidades privadas a 170 mil (35%). Por esa razón se requiere aprobar el nuevo sistema único de financiamiento estudiantil, de forma que estudiantes con el mismo mérito y necesidad reciban el mismo apoyo por parte del Estado.
El ministro señaló que "todavía hay un desbalance en la forma en que se asignan las ayudas estudiantiles. Casi el 70% de estas van a las universidades del Consejo de Rectores sin embargo hay más estudiantes de los tres primeros quintiles en las universidades que no son del Consejo de Rectores que en esas instituciones".
Cabe destacar que el gasto fiscal que realiza Chile en educación superior ha ido en aumento en los últimos años y el PIB 2013 sitúa al país en niveles similares al promedio de la OECD en 2009 en esta materia.