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Abogado que fotografió a Karadima relata tenso encuentro

Profesional que trabaja con niños abusados fue quien fortuitamente lo sorprendió oficiando misa y dando la comunión. Luego de verlo, lo confrontó mientras una feligresa y una monja salieron en defensa del sancionado religioso.

Elkjaer Lobos

Jueves 27 de febrero de 2014

"Caminé en su dirección (a Karadima), me acerqué y le digo que él no podía estar celebrando misa porque fue condenado por abusos sexuales reiterados contra jóvenes adolescentes. Su respuesta me dejó perplejo: me dijo que eso 'no era cierto'. Le replico que sí es cierto, que fue condenado por el Vaticano y que él estaba incumpliendo la sentencia que se le impuso. Me dice: 'Eso es una mentira'. Y mirando una imagen de Jesús que esta en la capilla, me dice que no hable delante de Jesucristo de esa forma".

Es el relato del abogado Cristián Latrille, quien tomó las fotografías del padre Fernando Karadima mientras éste oficiaba una misa en la iglesia del Convento de la Siervas de Jesús de la Claridad, donde está recluido tras ser condenado por el Vaticano tras ser condenado como autor de abusos sexuales.

Entrevistado por Ciper Chile, el abogado relató cómo fue el encuentro con el ex párroco.

El miércoles 4 de diciembre Latrille llegó al convento luego de que le informaran que su abuela, que vivía en el recinto, había fallecido.

Durante la espera de los servicios fúnebres, una familiar y le comentó que Karadima estaba realizando una misa allí.

"Es una gran capilla que está en el primer piso, justo frente a la puerta de la entrada principal del convento. Cuando mi tía dice esto, yo quedé perplejo. Y pensé durante unos minutos si debía hacer algo, y de hacerlo, qué sería lo correcto. Tomé la decisión de ir a ver si efectivamente era Karadima quién estaba celebrando la misa. Entré a la capilla y me senté a escuchar la misa", señaló el abogado.

En el interior de la iglesia estaban más familiares suyos y dos señoras que escuchaban atentas al sacerdote.

"Él (Karadima) estaba haciendo todos los pasos de la misa: leyó las lecturas, el Evangelio, dijo unas pocas palabras de comentario de las lecturas que acababa de hacer", explicó Latrille.

Pero el punto de más "impactante" -como dice el abogado- fue cuando Karadima comenzó a dar la comunión.

"La misa continuó, pasó una media hora y llegó la comunión. Las dos señoras de adelante se acercaron a comulgar. Una de ellas se da vuelta y nos hace un gesto por si queríamos comulgar. Karadima estaba con las vestimentas que los curas usan en Adviento y en Cuaresma (diciembre y Semana Santa): de color  morado que justamente significan la humildad y la penitencia… El momento en que vi a Karadima entregar la comunión fue lo más impactante: ¡no sólo estaba celebrando misa, si no que ahora daba la comunión!", dijo el abogado, quien justamente trabaja en casos de abuso de menores.

EL CARA A CARA CON KARADIMA

Luego de la misa, Latrille se acercó a Karadima dispuesto a confrontarlo y tener un diálogo con él.

"En ese momento decidí levantarme y encararlo. Estaba bastante tranquilo. Caminé en su dirección, me acerqué y le digo que él no podía estar celebrando misa, porque fue condenado por abusos sexuales reiterados contra jóvenes adolescentes", dijo.

Lejos de amedrentarse, Karadima negó que el fuera prohibido realizar misas.

"Su respuesta me dejó perplejo: me dijo que 'eso no era cierto'. Le replico que sí es cierto, que fue condenado por el Vaticano y que él estaba incumpliendo la sentencia que se le impuso. Me dice: 'eso es una mentira'. Y mirando una imagen de Jesús que esta en la capilla, me dice que no hable delante de Jesucristo de esa forma", relató el abogado.

Al insistirle y señalarle que como abogado había leído el fallo, Karadima no cambió su reacción: "Me dijo que él iba a orar por mí y alargó su mano intentando tocar mi brazo. No se lo permití. Aparté inmediatamente mi cuerpo y le pregunté si se arrepentía de lo que había hecho. Karadima me miraba y no respondía. Se lo volví a preguntar. Él sólo miraba a Jesucristo y luego me miraba a mí y repetía que no dijera eso en su presencia".

"¿Se da cuenta de que le robó la inocencia a muchas personas? A jóvenes que confiaron en usted y en la Iglesia, a los que confiaron en usted como director espiritual, y con su actitud, usted alejó a muchos de ellos de la Iglesia Católica. ¿Se da cuenta del daño terrible que le hizo a su propia Iglesia Católica?”. Le dije también que como él cree en el infierno, aun tenía tiempo para rezar por él mismo, para pedir perdón y así evitar irse al infierno", prosiguió Latrille.

Pero la respuesta de Karadima no varió y siguió con calma diciéndome "voy a rezar por usted", indicó el abogado.

El diálogo terminó cuando una de las feligresas se les acercó y le dijo al abogado que Karadima "era un mártir de la Iglesia Católica". A esto se sumó una monja -que subrogaba a la madre superiora del convento-  y que le dijo que no podía sacar fotos ni "faltarle el respeto en su casa".

En enero de 2011 Karadima fue condenado por el Vaticano a llevar una vida de recogimiento en el citado convento. Además, se le prohibió en forma perpetua oficiar cualquier acto de ministerio, en particular de la confesión y de la dirección espiritual de toda categoría de personas.

En la arista civil, Fernando Karadima fue sobreseído en la causa encabezada por la jueza Jéssica González. Sin embargo, se determinó que cometió abusos, los cuales -según el fallo- estaban prescritos.