El Vaticano ordenó a la Compañía de Jesús abrir un proceso judicial canónico contra el sacerdote Jaime Guzmán por denuncias de abuso de menores que habían en su contra, las que fueron objeto de una investigación previa.
Mediante un comunicado los jesuitas confirmaron que los resultados de la indagatoria dieron cuenta de la verosimilitud de las acusaciones contra el sacerdote que desde el año 2012 se encuentra sancionado por este mismo delito, encontrándose con las prohibiciones de ejercer el sacerdocio en público y acercarse a menores de edad.
En el documento la congregación expuso que "el Superior General de la Compañía de Jesús, a través de un delegado, dos asesores y un notario, deberá recoger los antecedentes y pruebas de la investigación previa, recabar nuevas informaciones, recibir la defensa del P. Jaime Guzmán y elaborar un decreto con sus conclusiones y medidas".
Acerca de los objetivos de la indagatoria, explicó que "busca ofrecer todos los medios y garantías para alcanzar la verdad y la justicia que demanda la gravedad de las denuncias presentadas por las personas que han entregado sus testimonios".