Este lunes, y luego de 14 años de ausencia en Chile, aterriza de nuevo un avión de KLM en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, con lo que se retomarán las operaciones de esa firma en nuestro país.
Esto traerá una serie de repercusiones para los usuarios. Desde la aerolínea -que ahora está fusionada con Air France- señalan que con su llegada bajarán los precios de los pasajes a Europa, Medio Oriente y Asia.
Pero la llegada de los nuevos actores provocará, además, que el aeropuerto de Santiago reciba a más pasajeros. Así, y según cifras publicadas por el diario La Tercera, los pasajeros diarios durante el recambio de veraneantes aumentarán de 20 a 29 mil.
Ante este escenario -sumado el recambio de veraneantes- Carabineros ha preparado un plan de contingencia.
"Estamos en pleno período de recambio. El mayor peak de público se producirá entre las 10 y las 11 de la mañana y entre las 19 y 20 horas, en que convergen los vuelos de ida y de llegada. Dispusimos personas de refuerzo para evitar inconvenientes", indicó al citado medio la mayor de la 27° Comisaría Aeropuerto Internacional, Andrea Rebolledo.
Pero, junto a estas medidas, es importante que los pasajeros tomen precauciones como llegar con más antelación a sus vuelos, evitar detenerse en el tercer nivel para recoger pasajeros y respetar las vallas papales que serán instaladas.
A estas medidas se suman la habilitación de once counters adicionales.
EL REGRESO DE KLM
El regreso de la aerolínea de bandera holandesa a territorio chileno se traducirá en una oferta de diez vuelos semanales a Europa, en conjunto con Aire France.
De acuerdo al Diario Financiero, la ruta entre Amsterdam y Santiago se realizará tres veces por semanas, ofreciéndose un Boeing 777-300.
Este avión tendrá una capacidad para 425 personas que estarán distribuidas en las clases 'business' y 'economy' y con los productos 'World Business Class', 'Economy Class y 'Economy Confort'.