El pasado 6 de mayo, Frank Pizarro (45) cometió un impactante crimen en pleno cetro de la capital. El sujeto de 45 años estranguló a una mujer en las inmediaciones de las Torres San Borja y la puso en una maleta, la cual encendió en la esquina de Vicuña Mackenna con Ernesto Prado.
Pese a ello, el sujeto podría abandonar la cárcel y ser enviado a una unidad psiquiátrica, considerando los antecedentes médicos que posee en su historial, y que este martes fueron dados a conocer de manera pública por La Segunda.
Pizarro cuenta con diversos delitos cometidos desde 1992 como el asesinato de un hombre en pleno Paseo Ahumada, quien minutos antes había piropeado a su polola. Por este hecho, fue condenado a siete años de presidio.
Luego, se le asignaron cinco años por quitarle la guitarra a un estudiante arriba de un Transantiago en calle San Diego. También acumula otros tres años por asaltar con una cuchilla una tienda en calle Merced.
En 2017, un psiquiatra le diagnosticó un trastorno neurocognitivo, concluyendo que puede ser un peligro "para sí y para otros". Sin embargo, sólo ha pasado 404 días en instituciones psiquiátricas, mientras que entre diciembre de 2016 y abril de 2018 estuvo preso en Santiago Uno y luego en el Psiquiátrico.
El hombre recibe una pensión por invalidez, luego que en 2002 fuera atropellado y quedara con discapacidad en su lado derecho. Además tiene una pareja y una hija que estudia enfermería.
Lo cierto es que el pasado 22 de mayo, la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago acogió un recurso de amparo de su defensor, y dispuso sacarlo de Santiago Uno y mandarlo a una unidad psiquiátrica, donde le harían exámenes para "corroborar" su inimputabilidad por razones psiquiátricas, y que es peligroso para él o para terceros o "descartar" algo que concluyó un informe del SML de 2010, donde se establecía que el individuo tiene en realidad una "simulación de enfermedad psiquiátrica, conocido como pseudo demencia de Wernike".