Cerca de 25 años como bombero, cientos de veces se enfrento al fuego, pero nunca imaginó que sería el otro lado de la moneda. Juan observa con resignación lo que quedo de su casa y las otras cinco viviendas de su familia, ni el auto se salvo de las llamas.
Acudió a la emergencia alertados de que el fuego se acercaba a su casa, pero cuando llego ya era tarde, bajo las llamas sucumbió toda una vida de esfuerzos, pero lejos de desanimarse saco fuerzas y se unió a sus compañeros para evitar que el incendio alcanzará las viviendas de sus vecinos.
"Yo estoy para ayudarles, no tengo otro fin, mi fin no es otro que ayudar siempre lo he hecho, gracias a dios se me dio la oportunidad de ser bombero y eso para mi es grande. Ahora nada más que resignación", señaló Juan Pacheco.