Con la llegada de las bajas temperaturas muchas familias comienzan a alistar guateros, calientacamas y estufas, pero ¿cómo ahorrar en calefacción y evitar a la vez el contagio de enfermedades propias del invierno?
Además de disminuir los gastos, una calefacción eficiente elimina los cambios bruscos de temperatura que disminuyen las barreras inmunológicas del cuerpo y provocan el contagio de virus.
El gerente de Inteligencia de Negocios de Bionaire, Joaquín Daire, explicó algunas prácticas que pueden ayudar en esos dos ámbitos.
AHORRAR
Un cuidado clave que deben tener quienes desean disminuir su gasto en calefacción es la pérdida de temperatura que se provoca por huecos o filtraciones en ventanas o puertas.
Revisar estos espacios y cerrarlos puede ayudar a entibiar más rápidamente un ambiente y a mantenerlo así por más tiempo.
Un truco que comparte Daire es, en el caso de las estufas que generan flujos de aire, apuntar la salida de aire caliente hacia el piso. Esto, porque el aire caliente pesa menos que el frío y tiende a subir, actuando de forma más eficiente.
La temperatura al interior del hogar no debe ser muy alta, ya que provoca cambios bruscos al salir al exterior.
Se recomienda que durante el día una casa tenga entre 19 y 21 grados de temperatura, y para dormir se disminuya en seis grados el calor.
EVITAR CONTAGIO DE ENFERMEDADES
Para evitar los cambios bruscos de temperatura se debe mantener el hogar en el rango mencionado previamente y nunca sobre 23 grados, ya que esto genera resequedad del aire e incomodidad.
Además, se debe tener especial cuidado con la contaminación intradomiciliaria que algunos tipos de estufas provocan.
En ese sentido es mejor optar por calefactores de tipo eléctrico que no generen combustión, ya que no emiten gases peligrosos.
Foto: Agencia Uno.