"Ha sido duro".
Así califica el timonel de RN, Carlos Larraín, lo que ha vivido su hijo, Martín Larraín Hurtado, tras protagonizar un accidente el pasado 18 de septiembre, donde atropelló a Hernán Canales, quien murió en el lugar.
"Claro que nos ha quitado el sueño, no es para nada un buen comienzo de la vida empezar con un accidente mortal (...) así que para nosotros ver a nuestro hijo sufrir y haber causado este daño, ha sido duro", declaró en radio Cooperativa.
Larraín señaló que "como político, lo más duro de todo es ver que algunos medios se han encarnizado con este hijo mío, simplemente porque es hijo mío".
El senador y jefe de la tienda de calle Antonio Varas aseguró que la cobertura al caso de Martín tiene una "desproporción colosal", considerando que en la semana de las Fiestas Patrias hubo 40 muertos, 18 de ellos por atropello.
"Ya que me preguntan, yo le pido a las personas que se ganan la vida en el periodismo que no se entretengan a costillas de la vida de un chiquillo joven, que ya carga con el dolor terrible de haber intervenido, así sea accidentalmente, en la muerte del prójimo", enfatizó.
El parlamentario se refirió al tema a sólo días de que su hijo volviera a declarar ante la Fiscalía de Cauquenes, donde cambió su versión y negó haber tomado alcohol antes del accidente.