El Tribunal de Garantía de Parral decretó este viernes arraigo nacional para el forense Mario Peña y Lillo mientras dure la investigación sobre su actuar en el autopsia al cuerpo de Hernán Canales, que murió atropellado por el auto que manejaba Martín Larraín Hurtado -hijo del presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín- el pasado 18 de septiembre en la en la ruta Pelluhue-Tregualemu (Región del Maule).
El fiscal jefe de Parral, Nelson Riquelme, encabezó la audiencia de formalización de cargos por el delito de falsificación de instrumento público contra el profesional, cuyos peritajes post mortem fueron rechazados por las autoridades.
A solicitud de la familia de la víctima, el cuerpo fue exhumado para la realización de una segunda autopsia, instancia en la que se detectaron anomalías que respaldan el presente trámite judicial, y por la cual se ordenó la apertura de una investigación paralela al atropello.
Fotos: Agencia Uno