Llegaron desde Canadá a la patagonia Argentina y son vistos como hermosos animales.
Sin embargo ya son casi una plaga que daña el ecosistema. Son los castores que han formado más de cien mil ejemplares capaces de destruir el bosque e impedir el cauce normal de las aguas.
Se instalaron en la patagonia Argentina pero ya se han instalado en Magallanes y, según los expertos, podrían subir hasta Concepción.