¿Donde esta Narumi? es el afiche que los medios japoneses y franceses repiten incansablemente en sus noticiarios. Hasta el día de hoy, 23 de julio, después de tres años de intensa búsqueda e investigación no hay rastro de Narumi Kurosaki, quien podría saber donde está, según la justicia francesa, es el chileno Nicolás Zepeda.
Los antecedentes expuestos por la justicia francesa dicen relación que la joven japonesa Narumi Kurosaki de 21 años se reunió el cuatro de diciembre de 2016 con el chileno Nicolás Zepeda, cenaron en un local de Ornans, cerca de Besanzón para luego llegar a la residencia estudiantil y, durante la madrugada testigos escucharon gritos desgarradores de una mujer.
Tras el termino de la relación, Nicolás viaja en 2016 a Francia, donde arrendó un vehículo para seguir a Narumi y que habría comprado materiales inflamables, cloro, fósforos y ropa en un supermercado. Además, recorrió una zona boscosa cercana a Besanzón y, dos días después, Zepeda hizó abandono de Francia.
Chile y Francia no tienen convenio de extradición, pero esta es la tercera vez que el país accede a la petición de la justicia francesa. En el caso de Nicolás Zepeda la razón que dieron las autoridades fue que hay antecedentes concordantes con la investigación.
A casi cuatro años de los hechos, Zepeda emprendió el vuelo de extradición. Esta vez custodiado por cuatro policías franceses que lo podrán a disposición de los tribunales de ese país.
"Con esto se da termino al proceso de extradición pasiva que se inició en el año 2017 y durante el cual el estado francés fue representado por el Ministerio Público de Chile, quien solicitó en su nombre la extradición de Nicolás Zepeda", declaró Antonio Segovia, director de extradiciones de la Fiscalía Nacional.
Una extradición que ya dio vueltas por el mundo, tanto en Japón como en Francia los medios informaron del viaje. Una vez que llegue el chileno se reunirá con la abogada Jacqueline Laffont, quien defendió al expresidente Nicolas Sarkozy en un caso de corrupción.
Cabe destacar que de ser encontrado culpable, el chileno arriesga una condena perpetua.