El ciudadano venezolano avecindado en Chile Manuel Sánchez fue golpeado brutalmente por su jefe tras un presunto robo. Siendo repartidor de sushi, en un local de Cerro Navia fue acusado de robo.
No fue denunciado a Carabineros ni tampoco a la Policía de Investigaciones. Sus exjefes, Rodrigo González y su pareja Paula Ibaceta, quisieron arreglar las cosas a su manera.
El afectado indicó en exclusiva a 24 Horas que "me decía por qué, por qué robaste... y seguía golpeándome, me jalaba del cabello. Mi posición fue solamente arrodillarme y cubrirme el brazo y la cara".
Manuel tiene el recuerdo intacto. Tras salir a la luz este episodio de robo, y su autor haber confesado, no entiende por qué él y su pareja fueron apuntados por su exjefe y por qué la golpiza brutal.
Lo extraño para la víctima y su pareja es que, tras quedar al descubierto el ladrón, el ensañamiento hacia ellos dio un giro inesperado. Lo más impresionante para ellos fueron las amenazas de parte de la propia jefa, Paula Ibaceta.
Manuel afirma que la mujer les dijo "yo tengo el poder para mandarlos a matar y a apuñalar a los dos". Ante la agresión y amenaza, Sánchez decidió estampar la denuncia en la policía. Sus exempleadores fueron detenidos y hace sólo unos días fueron formalizados por el delito de lesiones menos graves y amenazas condicionales.