Este lunes comenzó el juicio oral contra los padres de Bastián Bravo (20) quien desapareció el 2013.
Los progenitores pasaron de angustiados padres a sospechosos de abusos sexuales a su otra hija de -en ese entonces- seis años, tras encontrar imágenes de connotación sexual en un computador de la casa.
La Fiscalía Metropolitana Oriente solicita una pena de 11 años de presidio efectivo contra la mujer y seis años para el padre, por los delitos de abuso sexual y producción y almacenamiento de material pornográfico infantil.
Revisa el informe completo en 24 Horas Central.