A partir de febrero, las cuenta de la luz de cuatro millones de chilenos sufrirán un alza de entre 600 pesos y 1.000 pesos.
Esto porque en dicho mes comenzará a notarse la toma de razón de Contraloría de seis decretos pendientes que se encuentran congelados desde el 2012, durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Según consigna El Mercurio, en la administración anterior no se dictaron oportunamente los decretos correspondientes y, por lo tanto, no se realizaron ajustes a la baja por menores tarifas de subtransmisión, y tampoco al alza por la incorporación de contratos más caros.
Por ello, el pasado 6 de mayo se ingresó a Contraloría un documento actualizado de los 15 decretos dictados entre 2011 y 2012, y los decretos de Precios Nudo Promedio (PNP), de los mayo, noviembre y diciembre de 2013, y de enero de 2014.
El congelamiento de estos decretos ha provocado que las distribuidoras continúen traspasándoles a los usuarios las tarifas fijadas en noviembre de 2012.
Se estima que esta alza, inédita para la industria, podría desencadenar problemas entre las distribuidoras y los usuarios, ya que estos últimos podrían culpar a las empresas por el aumento en la tarifa.
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