Click acá para ir directamente al contenido

¿Cómo se originó la tradición de los huevos de chocolate en Pascua?

La costumbre de los huevos comenzó como una "herramienta" para evangelizar bárbaros, hace más de mil años, y derivó en la popular tradición confitera en el mundo.

Augusto Catoia

Jueves 13 de abril de 2017

Si bien actualmente los tan populares huevos de pascua no están decorados con símbolos cristianos, y son confites de chocolate y no cáscaras de huevo pintadas a mano, la tradicional costumbre dulcera de la festividad de Pascua de Resurrección comenzó como algo muy distinto a lo que es actualmente..

En épocas en que los niños no realizaban "cazas al huevo" para comer dulces, el huevo fue un objeto de culto germano y propagación del Cristianismo. Pero entonces, ¿cómo se inició la tradición del famoso confite de chocolate? ¿Y por qué se le relaciona con el "conejo de Pascua", si estos animales no ponen huevos?

El sacerdote Pedro Espinosa, académico de Historia de la Iglesia Antigua y Medieval de la U. Católica, explicó a 24Horas.cl que la práctica se deriva de una costumbre cristiana adoptada de pueblos bárbaros en Europa.

"Con el fin de evangelizar, los cristianos antiguos utilizaban tradiciones, figuras familiares y elementos del contexto de otros pueblos para explicarles doctrinas cristianas. Por ejemplo, San Patricio usó el trébol para enseñar la Trinidad a los celtas", cuenta el docente.

En el caso del huevo, Espinosa relata que "desde el quinto siglo después de Cristo, los germanos realizaban ritos de primavera con huevos y liebres. Los bárbaros tenían religiones que seguían signos naturales, por lo que el huevo era un símbolo de vida y la liebre también representaba vitalidad. Y la Iglesia tomó ambos signos para explicar la resurrección, la nueva vida y la vitalidad de Jesús después de la crucifixión".

 

 

Finalmente, el intento de propagar el Evangelio a través de ese método funcionó al punto de que los germanos adquirieron la fe cristiana y los propios cristianos adoptaron esos símbolos, de manera similar a la asociación de la Navidad con una fecha próxima a la festividad romana de Saturnalia, en honor al dios Saturno.

Y los alemanes, que posteriormente adoptaron principalmente el Cristianismo protestante, de paso fueron pioneros en establecer la tradición en nuestro país.

 

Los inicios de la inmigración alemana en Chile se remontan al siglo XIX, alrededor de la década de 1850 y, según el sacerdote e historiador, "familias de origen alemán en el sur vaciaban huevos de gallina, los pintaban a mano con muchos colores y les colocaban dulces para regalarlos a los niños".

Y esa práctica que se originó como una forma de evangelizar y se volvió una tradición cristiana para celebrar simbólicamente la resurrección, se popularizó a tal punto que se hizo lo que se conoce hoy: los huevos de chocolate asociados a la figura del conejo, junto al propio conejo como molde para confites.

"Pero hoy es sólo un tema comercial", evalúa Espinosa.

Irónicamente, este año la tradición de relacionar huevos de chocolate con el "conejo de Pascua" no se hace tan presente en Chile, al menos en el envasado de dulces. Esto se debe a que la nueva Ley de Etiquetado lo prohíbe por la publicidad que genera al consumo excesivo de chocolate.