El cardenal Francisco Javier Errázuriz descartó haber encubierto al sacerdote Fernando Karadima y defendió el proceso efectuado en su contra, pese a la publicación de una carta presentada por las víctimas del ex párroco de El Bosque, en donde se indica que el otrora Arzobispo de Santiago cerró dicha indagatoria.
A través de un comunicado, el religioso indicó que "en la larga carta que le envié a la Congregación para los Obispos, son varias las alabanzas al trabajo pastoral del reverendo Karadima, como también las críticas".
Errázuriz enfatizó que, si bien en un momento cerró la causa, "poco tiempo después procedí a reabrir el proceso" con nuevos antecedentes y que éste fue remitido a la Santa Sede.
"En el Arzobispado se recibieron tres acusaciones. En base a esas denuncias se abrió un proceso, siguiendo las indicaciones que me dio monseñor Charles Scicluna en Roma (...) cuando la investigación estaba concluida, pero todavía no me habían dado su parecer los tres expertos que había nombrado, conforme a las indicaciones mencionadas, apareció una cuarta persona, la cual declaró que había sido víctima siendo menor de edad", continuó el cuestionado cardenal.
Para Errázuriz, con todos los antecedentes expuestos, "se equivoca quien piensa que hubo un encubrimiento", argumentando que cuando se habla de menores de edad en este tipo de delitos, la Congregación para la Doctrina de la Fe es la encargada de recibir los antecedentes respectivos.
"Por tal motivo, a ella se le envió toda la documentación, con mi petición de levantar la prescripción de los delitos, de manera que dictara sentencia conforme a la verdad de los hechos y a la justicia. La Congregación, en base a la investigación hecha en Santiago, lo condenó y rechazó su apelación", sentenció.