Lo detuvieron y fue formalizado por el llamado “robo del siglo”. Pese a que inicialmente no quiso entregar su versión, dio un testimonio exclusivo a 24 Horas para “limpiar su imagen”.

Es la historia de Miguel Espinoza, de 43 años, quien toda su vida se ha dedicado al manejo del Transantiago y de taxis.

Sin embargo, todo cambió cuando fue imputado como cómplice de robo con intimidación luego que se comprobara que uno de los vehículos con que escapó la banda de asaltantes desde el aeropuerto estaba a su nombre.

 “Los policías dieron vuelta mi casa, mi hijo que tiene ocho años preguntándose qué había hecho su padre”, se justifica. “Si yo tuviera el dinero, no viviría acá”, asegura argumentando que la “humildad de su hogar” es la mejor prueba para demostrar su inocencia.

La “desafortunada” coincidencia se habría radicado hace más de un año cuando se encontraba sin trabajo y debió gestionar créditos bancarios apoyados por documentos básicos de una compra-venta de autos. Pese a que el trámite no prosperó, los autos siguieron bajo su representación y finalmente utilizados por los delincuentes.

 “Me piden que haga un traspaso de un vehículo que estaba a nombre mío. Y uno estaba involucrado en el robo del aeropuerto”. De eso se enteró cuando estaba esposado en la comisaría de Conchalí. Ahora se encuentra en libertad hasta que termine la investigación.

“Quiero limpiar mi imagen”, asegura.

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