Tras semanas de discusiones, el Congreso llegó a un acuerdo con el Gobierno en que solo quienes tengan ingresos mayores a $1.500.000 deberán pagar impuestos al retirar el segundo 10% de los fondos de pensiones.
Estos impuestos serán divididos en tramos, y dependiendo del tramo de ganancias mensuales en el que se encuentre la persona es el monto que deberá imponer por el retiro de parte de los ahorros para la vejez.
Rodrigo Benítez, Socio líder Blta Consulting, apoya el pago de impuestos por parte de algunos cotizantes porque asegura que "este segundo retiro que hacemos es como que tuviéramos un salario extra en el año y tributará como un salario extra". "Es el impuesto que en el mes de abril solemos liquidar, o nos suelen devolver si sobró plata o faltó plata" añadió.
Por su parte, el economista y académico de la Universidad Adolfo Ibañes, Ricardo Ubeda afirma que "Si la persona está cesante y no ha tenido grandes ingresos durante el año 2020, suponiendo que es durante este año que hace el retiro, lo más probable es que no pague impuestos"
Además, cabe mencionar que el monto a imponer no tiene relación con el monto a retirar por lo que el impuesto no aumenta o disminuye en torno a la cifra sustraída del fondo de pensiones.