Lester Figueroa (29) es uno de los 10 excarabineros dados de baja en el marco del homicidio a Camilo Catrillanca. En su caso, por grabar a su compañero del Gope, Carlos Alarcón al interior de la comisaría donde se encuentra cumpliendo prisión preventiva por dar muerte al joven mapuche.
En conversación con La Tercera, Figueroa respondió a los dichos del general director Hermes Soto, quien esta semana sostuvo que Alarcón "no era un niño y que no podía ser presionado por nadie". Ante ello, responde que eso no es así, y que el general director lo sabe.
"Carabineros es una institución obediente y no deliberante; él recibió órdenes del abogado y su jefe directo y, en esas circunstancias, hizo lo que cualquier carabinero haría. Si no cumplía lo que le ordenaban, igual lo iban a perjudicar. Acá necesitaban un par de culpables y esos fueron los Gope a quienes el Alto Mando les dio la espalda, sin esperar la investigación", sostuvo.
Figueroa sostiene que pese a que "le duele" lo que ha ocurrido estas semanas, "no se arrepiente" de haber filmado el video de Alarcón, el que iba dirigido sólo a los Gope del país y que "alguien filtró. Jamás había pensado en perjudicar la imagen institucional".
Detalla también que grabar el video no fue un acto planificado, sino que se dio cuando, tras visitar a Carlos Alarcón, él le dijo que "quería grabar un video para los Gope del país y así poder agradecer la ayuda que ellos etaban organizando. El Gope es como una gran familia, y en estas circunstancias actuamos de esa forma".
Agrega que nunca pensó en el revuelo que tomaría el video, y menos que la filtración del mismo le costaría su carrera.