Es un sistema que funciona en base a la donación y que últimamente está en un nivel crítico, arriesgando la realización de diversos tratamientos médicos.
La sangre en los hospitales es cada vez más escasa y ya ha obligado a suspender cirugías y transfusiones, recurso que para algunos pacientes crónicos son vitales.
"Es necesario que la gente entienda que la sangre no se fabrica, no existe un mecanismo del cual yo pueda tomar un donante y multiplicarlo por 100", explicó la doctora Loreto Vergara, directora del Centro de Sangre Metropolitano.
La profesional explica que la baja en la cantidad de personas que da sangre pudo deberse al período estival, provocando también que haya menos stock disponible para los centros hospitalarios.
Sin embargo, critica que no existan políticas para fomentar esta donación y que se considere como un deber cívico.
Vergara indicó también que con lo que entrega una persona se puede ayudar a cuatro pacientes e hizo un llamado a tomar conciencia para revertir el nivel crítico en que se encuentra el centro ahora.