Durante la próxima semana el fiscal jefe de Alto Hospicio, Raúl Arancibia, viajará a Santiago para interrogar a Rodrigo Pino, denunciante del obispo de Iquique, monseñor Marco Antonio Órdenes.
Pino acusa al religioso de haber mantenido una relación impropia con él cuando era adolescente y que -según afirma- incluyó contactos sexuales.
Según informa el diario La Tercera, el persecutor designado para el caso solicitará a la Nunciatura Apostólica en Chile los antecedentes de la investigación canónica.
Hace tres años Pino acudió a la Fiscalía para efectuar la denuncia, pero la causa fue archivada. Tras hacerse pública las indagatorias que realiza la Santa Sede, la Fiscalía Regional confirmó la reapertura del caso.
De esta forma, se comenzarán las diligencias respectivas, aunque monseñor Órdenes podría no hablar, ya que puede ejercer el derecho de guardar silencio.
En declaraciones a la prensa, Pino entregó un estremecedor relato de los presuntos abusos que fue víctima. Pino aseguró que las tocaciones comenzaron cuando tenía 15 años y que el religioso le decía que lo veía "como un amante".